Viajar es suspender el tiempo, tomarlo y abollarlo, guardarlo en un bolsillo y llevarlo; hacia donde vayamos, durante el tiempo que dure el recorrido. Transportarlo a donde arribemos, transformado y embellecido, grabado en la piel, como si hubiera estado dormido, y despertarlo una vez que hemos partido. Con el primer paso. Ante el primer ruido.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Volver

Desde que me fui no había vuelto. Más de un año me parece. Es que, para volver, hay que irse.

Volví, y ahora con mi libro de cuentos impreso. Muy pronto publicaré los lugares de venta y la fecha/lugar de presentación.


Gracias por no irse. Y si se fueron, vuelvan.


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