Por Bárbara Asnaghi
No hay museo que se le parezca. Ni la Isla de los Museos de Berlín, ni el Louvre, custodian tan importantes y variadas obras de la Humanidad como el British Museum. Desde las primeras civilizaciones y Egipto, Persia, Grecia, Roma, Mayas, Incas, China Imperial; pasando por la Edad Media y la Edad Moderna, podría decirse que dentro de este inmenso caserón cultural, caminan los fantasmagóricos restos de todo nuestro pasado.
Si bien mucho de lo que hay dentro pertenece a otros países, como los mármoles de Elgin (del Partenón) por mencionar alguno, no se puede evitar sucumbir ante su magnánimo encanto. La Piedra de la Rosetta, otro de los tesoros del Museo, es la piedra gracias a la cual se han podido descifrar los jeroglíficos egipcios, abriendo a la cultura y al conocimiento una puerta fantástica al pasado.
Actualmente, en 2011, el museo cuenta "La Historia del Mundo" en cien objetos, desde el "primer hombre" africano hasta nosotros. Esta fascinante perspectiva permite concentrar de alguna forma la vastedad del lugar, que llevaría alrededor de tres días recorrer por completo.